De mi libro "La modernidad en la arquitectura", va un capitulo acerca de "Crítica a la "crítica arquitectónica".
A.A.
LA REVISTA ACTUAL DE ARQUITECTURA,URBANISMO Y ARTES
De mi libro "La modernidad en la arquitectura", va un capitulo acerca de "Crítica a la "crítica arquitectónica".
A.A.
En el actual Centro Histórico de Piura que lo conforman el circuito de la Av. Loreto, la Av. Bolognesi, el Malecón Eguiguren, y la Av. San Teodoro (incluyendo el Cementerio), quedan aproximadamente más de 96 inmuebles que definen el Catastro Urbano Monumental de Piura, aún superviven increíbles tipologías de la arquitectura domestica piurana.
Planeado como un espacio de referencia internacional para compartir, analizar y divulgar los procesos de preservación y las metodologías de atención al patrimonio cultural edificado, los próximos 18 y 19 de abril se realizará el II Foro de Innovación, Reestructuración y Conservación del Patrimonio, cuya sede será el Museo Fuerte de Guadalupe, en la ciudad de Puebla.
Organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de su representación en esta entidad, por la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Puebla, por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), por medio de la Maestría en Conservación del Patrimonio Edificado, y por la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) Delegación Puebla, se configura como una ocasión inédita que reunirá a representantes de las tres esferas que atienden y preservan el patrimonio: instituciones de gobierno, empresariales y académicas.
En palabras del arquitecto Manuel Villarruel Vázquez, director del Centro INAH Puebla, la necesidad del encuentro está implícita en los retos que el patrimonio tiene ante desastres naturales, así como frente a los cambios que demanda una sociedad tan dinámica como la actual.
En su edición 2022, el evento girará en torno a dos temas principales: Resiliencia y Recuperación, enfocándose en las experiencias dejadas en Puebla por el sismo del 19 de septiembre de 2017, pero abrevando al mismo tiempo de la experiencia global en las dos conferencias magistrales que el foro integrará.
La primera de ellas, titulada ‘Cultura, Comunidad, Creatividad. El Patrimonio Cultural Local’, estará a cargo de la arquitecta Olimpia Niglio, adscrita a la Universidad de Pavía, en Italia; mientras que la segunda conferencia magistral, ‘El hombre de Vitruvio’, será impartida por el investigador José Antonio Loyola Vera, coordinador de Conservación del Patrimonio Cultural de la Universidad Autónoma de Querétaro.
A fin de incentivar la retrospección colegiada, en las dos jornadas del foro se contará con siete conferencias más a cargo de panelistas como Rosana Lofeudo y Luis Traversa, adscritos al Laboratorio de Entrenamiento Multidisciplinario para la Investigación Tecnológica de La Plata, Argentina; Paloma Bonfil Sánchez, coordinadora nacional de Antropología en el INAH; Salvador Barba, enlace de la Arquidiócesis de la Ciudad de México en la gestión de templos dañados por sismo; Tarsicio Pastrana Salcedo, profesor en la Facultad de Arquitectura de la UNAM, y Selene Velázquez, miembro de la Academia Nacional de Arquitectura, capítulo Monterrey.
Además de la participación de expertos de BUAP, se expondrán, desde la voz de las propias comunidades, proyectos de conservación como el realizado en el templo poblano de San Francisco Acatepec, así como casos de éxito desarrollados por las empresas Citelum y Mapei en inmuebles históricos.
Tras la primera edición del encuentro, realizada en 2021 –en la que participaron mil 600 personas– la expectativa es continuar con el posicionamiento internacional del evento y contribuir a la formación de nuevos cuadros de arquitectos, restauradores, ingenieros, antropólogos y demás especialistas asociados con la conservación de las herencias culturales del mundo.
Las actividades del II Foro de Innovación, Reestructuración y Conservación del Patrimonio se realizarán de las 9:00 a las 18:00 horas el 18 y 19 de abril de forma gratuita. Aforo del Museo Fuerte de Guadalupe: 50 personas, con cubrebocas obligatorio y respetando la sana distancia.
Cabe señalar que, dado que algunas conferencias se transmitirán vía Zoom, los interesados en asistir deberán inscribirse vía electrónica y recibir un correo electrónico de confirmación para participar en ellas. Mayores informes acerca del evento pueden obtenerse en el correo: foroconservacionyrestauracion@gmail.com.
EL PATRIMONIO ARQUITECTONICO MONUMENTAL DE PIURA
Armando Arteaga
Tuvo ciertas limitaciones para
que allí se desarrollara la esplendorosidad virreinal porque fue una ciudad de
“punto de apoyo”, los españoles estaban más interesados en buscar oro, en
dominar el sur, que en consolidar el asentamiento. Piura fue un corregimiento abundante en
“Encomiendas y Reparticiones” de una renta que se sustentaba en el bagaje
agrónomo, así lo especifica el “Informe Económico de Piura-1802” de Joaquín de Helguero, que es un catálogo de
esa geografía política y administrativa desarrollada por el estado colonial
español. La base de esta economía se da en la labor pecuaria y en la
agricultura que impulsaban criollos e indios.
Fue a partir del último tercio
del siglo XIX, y en las primeras décadas del siglo XX, el cultivo del algodón (el “oro blanco”)
con actividad manufacturera, el comercio con Guayaquil y Quito, el empuje de
Las Tinas (“Empresas Coloniales”) que van abriendo un escenario diferente
y de auge para Piura. En este
proceso económico va a aumentar la expansión urbana de Piura, va a
cambiar la vida urbana, y va a prosperar. Antes Piura solo fue una aldea, como
la describe Francisco Vegas Seminario: “El
sol se hundía lentamente por el cerro “El Ahorcado”, espaciando en su agonía
una coloración rojiza sobre las arenas de la pampa. En el fondo se veía ya
Piura, ardiendo en las posteras luces del crepúsculo. En el abigarrado caserío
sobresalían las torres de la Iglesia Matriz, El Carmen, La Merced, Belén, San
Sebastián, y Santa Lucía. Aislada en la llanura y entre médanos movedizos,
ergíase, a un kilómetro de la ciudad, la “Torrecita de Paita”, sirviendo de
guía a los viajeros”.
Hay otra forma de vida mucho más
rural que se expresa al frente en El Tacalá, cruzando el rio, en el “barrio de
indios” que también describe Vegas Seminario, el aspecto bucólico y elemental
de su convivencia: “Se aunó a este
recuerdo auditivo el estrépito lejano de los camaretazos que, casi a diario,
hacían estallar los indios en el barrio El Tacalá, frente a una capillita
enyesada donde adoraban a los santos e su devoción”. En los planos de Piura
que realizaron Martínez de Compañón y el Mayor Zavala aparecen Las Tinas y
otros componentes del crecimiento urbano de la ciudad. En los planos anteriores de Diego Méndez
(1574) y en el de Maldonado (1750), Piura es apenas una contradicción
topográfica, un punto ubicado en el contexto geográfico. No aparecen todavía los matices del
vecindario.
La monumentalidad de la arquitectura que Piura
ofrece para el estudio posterior nos permite entender varios contrastes y
dilemas. Es una arquitectura de origen virreinal, diferente al de otras
ciudades peruanas, pero de cuyo inventario tomaron modelos y estilos. Una
arquitectura local que tomó del adobe y la “quincha piurana” los elementos
básicos de su lenguaje. Una arquitectura domestica que es el primer ejemplo de
nuestro mestizaje artístico, y que hasta el momento se ha mantenido inédito. No
se halla en Piura con hegemonía, salvo algunas excepciones, la opulencia civil
y religiosa de los monumentos de Trujillo, o de su vecina Lambayeque.
La arquitectura de las “casonas”
de Piura (de esas que tomó como referencia Don Enrique López Albújar, para su libro “De mi casona”) mantiene
diferencias. Se construyeron un poco al gusto del cliente,
tienen un ambiente respetable y tradicional. Existen una serie de “casonas” de
planta virreinal con un proceso de “evolución” y reacomodo de comienzos de la
República, sin ornamentación ni grandilocuencia como presentan otras ciudades
peruanas de origen español. Pero en estos elementos representativos de esta
arquitectura local, encontramos lo esencialmente “piurano” de estos monumentos.
Una arquitectura adecuada al medio y a las costumbres promedio de sus
habitantes, que bien han descrito sus historiadores y narradores.
Las antiguas “casonas” piuranas
tienen como características inmediatamente perceptibles la anchura de sus frontis, la amplitud en la distribución de sus
áreas habitables y de esparcimiento, la comodidad ordenada y reposada,
resultado de un modo de vida holgado, de adecuación, y defensa contra el
insensible clima caluroso, por eso usan ventanas largas y balcones discontinuos
en los segundos pisos para exponer jardineras.
El terremoto de 1912 fue muy
destructivo para Piura, allí se han perdido muchos ejemplares tipos de estas
edificaciones, las lluvias torrenciales resultado del Fenómeno del Niño, han
realizado también su pate destructiva, quizás las más fastuosas y decoradas,
han decaído en el olvido, pues las casonas que quedan como la “Casa Temple” y
la “Casa Eguiguren” con algunas ventanas
de rejas art nouveau. La casa del Marqués de Salinas, destaca también por detalles de su fachada.
Las que han resistido a las ruinas de la intemperie, la mano del hombre, y la fuerza destructiva de la
naturaleza, merecen especial
atención por los especialistas. Son
páginas del libro de la ciudad imposibles de olvidar.
RECUPERACIÓN DE CENTROS HISTÓRICOS
21 min.
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De mi libro "La modernidad en la arquitectura", va un capitulo acerca de "Crítica a la "crítica arquitectónica"....