Monday, June 26, 2006

BAJO EL PUENTE DEL RÍMAC/ ARMANDO ARTEAGA

Foto: Jr. Trujillo.  Bajo el Puente del Rímac.

Foto: Puente Colonial del Rimac-Lima.


PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO

BAJO 
EL PUENTE 
DEL RÍMAC  

Por Armando Arteaga

 
No se trata de arrimarle un problema más a Lima. Se trata, específicamente, de llamar a cada cosa por su nombre —aun­que la nostalgia ya no es como era antes— y de salvar lo que aún queda de patrimonio arquitectónico y cultural en el Rímac, fuera del damero renacentista de Pizarro.
Foto: Rìmac, tugurios blues.

Y si el fantasma de la destrucción avan­za destrozando torpemente el discreto encanto de ciertas edificaciones del ba­rrio bajopontino, creo que es deber ciu­dadano impedir que se consolide el caos. Para acabar, por ejemplo, con la anarquía "constructiva" que empieza a transformar varias plazuelas rimenses como la de San Láza­ro, que tiene un carácter intangible.

 Foto:  Techos antíguos del Rímac.
Foto: Balcón antiguo del Rìmac.
El Rímac, residencia obligada de indios camaroneros, de negros y mulatos de Ma­lambo, vale escenográfica y arquitectó­nicamente tanto como Lima. Pero nada se está haciendo, por el momento, para salvar este importante patrimonio arquitectónico. Falta iniciativa y decisión municipal, vecinal y privada, para evitar que la "nueva" funcionalidad de la mo­dernización termine desfigurando al Rímac y su imagen urbanística. Para muestra, nos remitimos al botón del jirón Trujillo, en donde el comer­cio ferial, y el de las pastelerías y zapate­rías, que han proliferado últimamente le están cambiando su imagen histórica.
Foto: Cerro San Cristobal.
 No sé todavía qué incentivos y compensaciones resultan indispensables para que no se siga burlando con clandestinas y nocturnas demoliciones que están im­poniéndole un mosaico chabacano de le­treros, carteles y cortinas metálicas, que en nombre del progreso encarnan una destrucción que amenaza con seguir en­vileciendo las fachadas de las casas y edificaciones afines, es cierto, muchas en ruinas y tugurizadas del jirón Trujillo, Francisco Pizarro, Cajamarca y otras calles. La Municipalidad del Rímac debería tomar cartas en el asunto.
Foto: Calles aledañas al Jr. Trujillo-Rìmac.

Pero, volviendo al “Rímac Histórico”, no hay que olvidarnos de ambientes urbano -monu­mentales como la Alameda de los Des­calzos, el Paseo de Aguas, la Alameda de Acho y, por qué no, el mismo Cerro San Cristóbal, que son espacios importantes y expresión de la comunidad viviente del Rímac. Edificios como la plaza de Acho, la Quinta Presa, el Convento de los Des­calzos, mantienen aún los secretos de la gramática arquitectónica de ese gran es­plendor constructivo hispanoamericano.
Imagen: Nuevos Proyectos-Adefesios empiezan a proliferar en el Rìmac.

El Rímac puede ser una fiesta edifican­te del mestizaje constructivo que tuvimos: de la quincha, del adobe, del ladrillo, y de la madera, un concierto estático que se cae a pedazos, casas que se tugurizan y que olvidan "el cielo sin cielo" de nuestra ciudad.
Foto: Calle hacia el Paseo de Aguas.


Foto: Paseo de Aguas. 




(Publicado en el Diario Expreso 20-04-1991).

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