ARQUITECTURA DEL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE
COCHARCAS
(CHINCHEROS-APURIMAC)
Por Armando Arteaga
UBICACIÓN POLITICA
Departamento: Apurímac
Provincia: Chincheros
Distrito: Cocharcas
Pueblo: Cocharcas
UBICACION GEOGRAFICA
Longitud: 73º 44'
24"
Latitud: 13º 36'
21"
Altitud: 3,030
m.s.n.m.
Ubicado en el lado Este de la
Plaza Central, frente al río Pampas, se levanta pleno y sobrio el monumental
Santuario de Nuestra Señora de Cocharcas.
El Templo, de muros de aparejo poligonal, destaca su presencia en “una corta pradera en la mitad de la bajada al Pampas, sembrada de huertas de melocotones y manzanas...”, como lo describió José de la Riva Agüero en su visita a la Quebrada del Pampas.
ANALISIS
ARQUITECTONICO DEL SANTUARIO
ETIMOLOGIA DEL NOMBRE
Cocharcas significa en quechua
“pantano” o “lugar cenagoso”, y es una corta pradera en la mitad de la bajada
al rio Pampas.
DESCRIPCION DEL SANTUARIO
Fueron los Jesuitas, religiosos de la Compañía de Jesús, los primeros rectores y patrones del actual Santuario, los que diseñaron la primera fábrica de piedra y ladrillo. El Templo está rodeado por un atrio o cementerio, espacio que limita la construcción rectangular de 82 mts. de longitud por 54 mts. de frente. Tiene dos imponentes pórticos: el principal, que se expone a la plaza principal, y el otro hacia el lado izquierdo, en el ingreso lateral del Santuario.
Los muros son de mampostería poligonal con “almenas”, como lo recuerda Riva Agüero, y como se observa en fotos en blanco y negro, fechadas en 1952. Este atrio tiene muros de hasta 2.20 mts. de altura, ubicándose en los cuatro ángulos inferiores, pequeñas capillas abovedadas, con dos puertas de acceso cada una. Estas en realidad eran “pascanas”, lugar de descanso para los peregrinos, y servían al mismo tiempo de altares en las solemnidades y festividades del Santuario. Sobre los muros posteriores de las dos capillas que dan sobre la Plaza, se erigen representativos altares de piedras rematadas en cruces, que se asemejan a los cruceros de los caminos, y que rematan en detalles ornamentales de ladrillo.
LOS PORTICOS DEL TEMPLO
El pórtico principal es un arco
exornado, de grandes ladrillos rojos pegados con mortero de cal. Tiene un arco de medio punto con archivoltas
que decoran el paramento exterior, sostenido por jambas simples adornadas y
adosadas por pilastras ornamentadas también con ladrillos en pequeños relieves,
los cuales van formando una decoración de rombos inscritos en rectángulos, que
nos recuerdan los muros chimúes con elementos marinos.
Sobre el arco aparece un detalle
de “arquitrabe”, que ostenta el continuo de los ornamentos de ladrillo. Coronando este pórtico hay tres pináculos:
Los dos laterales exornan figuras abstractas, representando corazones que
culminan en pirámides y esferas de piedra; el pináculo central es un abanico de
rayos solares sobrepuesto sobre otro abanico simétrico. Complementan esta unidad decorativa, dos pequeños
ornamentos, y de remate, a los costados del pináculo central, una pequeña
esfera. A los costados de las pilastras,
hay volutas y espiras marinas que simulan dos pequeños obeliscos de aguja,
unidos al gran pórtico principal; hoy en día están más deteriorados, y las
lluvias han erosionado y borrado las aristas de los ladrillos de estos
elementos decorativos. Vemos dos
elementos de remate laterales, y en la parte central, un medallón de caja
circular en bajorrelieve, armado todo con ladrillos. Este pórtico se ha intervenido varias veces,
disturbándolo. Mantiene todavía su
fábrica inicial.
DIMENSION
Y ORIENTACION DEL TEMPLO
El Templo ocupa la parte central de atrio y mide 57.60 mts. de longitud hasta el ábside, y 22 mts. en la fachada, a lo ancho. La planta es de cruz latina orientada de Este a Oeste.
DESCRIPCION DEL TEMPLO
Muchos encuentran similitud con
el estilo y modelo de la Iglesia de la Compañía de Jesús del Cusco, que
pertenecía a la Orden de los Jesuitas.
Esta Orden fue expulsada de España y de las Colonias, por orden de
Carlos III, en el año 1767.
No es nada extraña por ello la
procedencia del modelo de la planta, que tiene forma de una cruz latina, de una
sola nave y con dos torres, con sus respectivos campanarios
Se ha referido que el fundador
del Templo fue protegido de los jesuitas cusqueños. Se asegura en las fuentes escritas que el
autor de los planos fue el padre jesuita Francisco Aguilar de Villacastín,
quien administraba el curato de Ccayara, cuando Quimichi llegó con la imagen de
la Virgen de Cocharcas. El siglo JHS
(Jesús Homini Salvador), aparece en diferentes “partes” del edificio; en los
retablos, en el púlpito, y en otros detalles de la ornamentación. La fachada
del Templo es sobria, pero el conjunto resulta de una monumentalidad en donde
destacan a la distancia sus torres y la cúpula.
EL
FRONTISPICIO
La fachada o frontispicio consta
de tres niveles.
En el primer nivel se ubica el vano de acceso con arco de medio punto con “imposta” de moldura de “listel” y “faja”, y en la clave que cierra el arco, una “cartela” o ménsula que insinúa un balcón que da al coro del segundo nivel. Aquí aparece un escudo en altorrelieve que tiene símbolos episcopales: mitra, bonete y cayado pastoral; debajo vemos una cenefa con la inscripción: “EILO. D-L.G.”, sigla que recuerda al Obispo de Huamanga Dn. Diego Ladrón de Guevara; lo cual nos da indicios de que la fecha de erección de la fachada corresponde a 1702, los primeros años del siglo XVIII.
Corona este escudo un querubín
alado de cimero. Los elementos
constructivos y decorativos de este primer nivel destacan lo siguiente:
- Pilares aristados y adosados con bases y capiteles limpios de ornamentación, en pares, uno a cada lado de la puerta de ingreso.
- Alfiz interrumpido, donde
destaca el balcón, sobre cuyo arco descansan en relieve cinco estrellas.
- Intercolumnas agrupadas o pilar
con hornacinas poco profundas, enmarcadas por
molduras sencillas, con frontones redondos truncados o quebrados. Sobre la “clave” ornamental principal, destacan querubines
alados.
En el segundo nivel, sobre la
cornisa “salediza”, se asientan cuatro nichos excavados al costado derecho e
izquierdo del vano que ilumina el coro.
Continuando con las intercolumnas, sobresalen en estupendas “peanas”, y
destacan los íconos esculpidos en piedra de San Pedro y San Pablo. Complementan la decoración del segundo nivel,
un par de hornacinas en las intercolumnas de pequeñas pilastras; relevando el cornisamento
saledizo, destaca el remate del frontispicio triangular. La decoración es sencilla, una hornacina
pequeña, central, flanqueada por pilastras que adosan como único detalle
decorativo, los capiteles con dentículos, sobre los cuales se asientan un
óculo, y un corazón rematado por una cruz, que va armonizando con los ojos de
buey de los campanarios.
El tercer nivel es un frontón
“encachado”, o revestido de piedra, en el que se destacan cada elemento de la
destreza del aparejo nativo lítico.
La puerta de ingreso está
guarnecida con aldabones, bulas y chapas decorativas, hechas en bronce.
LAS TORRES
Las dos torres son de
almohadillado isodomo incaico, que se levanta hasta la altura del segundo nivel
del frontispicio. Están adosadas al
imafronte, son cúbicas y tienen un cornisamiento en que se asientan los
campanarios saledizos; éste está decorado con un friso de enlazados geométricos y dentículos.
Los campanarios son de dos
cuerpos y de cuatro vientos, lo que les otorga un aire de esbeltez y despegue
por su elevación, esto es “sui generis” (no es común) en templos de pueblos
rurales.
EL PATRIMONIO DE BIENES MUEBLES DEL SANTUARIO
El patrimonio mueble del
Santuario es el que está más expuesto a una amenaza de extinción, tanto por
obra del hombre como de la naturaleza.
Es necesario salvaguardar este patrimonio, por lo que en este expediente
también planteamos que se realice un esfuerzo por asumir responsablemente la
restauración y conservación de estos bienes muebles, asumiendo y enfrentando
los desafíos vigentes generados de cierta irresponsabilidad e indolencia. Esta tarea no es fácil. En Cocharcas, buena parte de este patrimonio
mueble no se ha cuidado, como es el caso del órgano; en otros casos estos
bienes han sido sustraídos dolosamente.
El Archivo Parroquial que examinó
el capellán Custodio Rodríguez en 1936, contiene nueve Libros de Inventario
antiguos.