Claves para entender Madrid
Ricardo Aroca, exdecano de los arquitectos, describe en su libro la historia de la ciudad
La historia de Madrid cuenta, a partir de ahora, con un nuevo
cronista. Se trata de Ricardo Aroca (Murcia, 1940), presidente del Club de Debates Urbanos
y exdecano del Colegio de Arquitectos durante el tránsito del siglo XX
al XXI. Aquella época quedó signada por la potente presencia de ambas
instituciones como dos de las principales instancias vertebrantes de la
sociedad civil madrileña.
Tal vez por ello, el relato de su reciente Historia secreta de Madrid,
pivota sobre el esfuerzo desplegado durante centurias por el vecindario
madrileño para proteger sus libertades y eludir las presiones y
desmanes de la codiciosa nobleza señorial y de la alta clerecía, siempre
acechantes.
En realidad, y más que una historia de secretos, el contenido de su
libro consiste en la revelación de una cadena de claves que perfilan la
memoria madrileña, contemplada desde la mirada de un arquitecto muy involucrado en la creación y construcción de la ciudad en barrios como Orcasur, San Pascual o Chamberí, donde vive y trabaja. A este libro le ha dedicado un año de estudio.
La primera de las claves, enumera Aroca, fue la propia fundación de
Madrid en el siglo IX. “Es enorme la cantidad de esfuerzos derrochados
para hallar vestigios iberos, romanos o visigodos de esta ciudad previos
a su fundación por los musulmanes”, ironiza. Confirma tal evidencia y
de ella da fe en su libro, ilustrado con bocetos propios a pluma.
Pero, sobre todo, destaca Aroca, “fue decisiva la cesión por el
pueblo de Madrid a la Corona del Monte de El Pardo”, un vergel adehesado
de encinas y pinos, rico en leña y pastos regados por numerosos arroyos
y surcados por el río Manzanares, poblado todo su término por una
abundante fauna cinegética. “Aquella cesión fue la única manera en que
los vecinos del Madrid medieval pudieron deshacerse del señorío que les
fuera impuesto por los monarcas castellanos en la persona del exótico
rey de Armenia, León V”.
La urbe permaneció murada durante centurias, no solo con fines
defensivos, sino además fiscales, de control social y sanitario para
afrontar las recurrentes epidemias que la azotaron. “La cerca de Felipe
IV, levantada en el primer tercio del siglo XVII, se mantuvo incólume
durante 240 años, hecho que impidió el crecimiento y encorsetó el tamaño
de la ciudad”, puntualiza. Luego, ensanches como el de Castro, en el
siglo XIX, abrieron paulatinamente su caserío: “En los años cincuenta
del siglo XX, la superficie se multiplicó por 10 al incorporar un
conjunto de municipios periféricos. El dictador Francisco Franco
perseguía dotar a Madrid, ahora con 607 kilómetros cuadrados de
extensión, de más población que Barcelona”. Dos décadas después, en los
años setenta, Madrid alcanza los 3,2 millones de moradores, que ya en el
siglo XXI son igualados por los de la región.
No faltan en el texto referencias a la magnificencia artística
capitalina, con una singular cita al Museo del Prado, o a episodios
cercanos en el tiempo, como el proyecto de Madrid Río. “Lo más curioso
es que siendo en principio la M-30 una obra del Estado, la
responsabilidad de su construcción fuera reclamada por el Ayuntamiento”.
Ha sido precisamente el exalcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón,
impulsor de aquel proyecto, quien ha prologado su libro. “Nuestra
relación personal es excelente”, remarca Ricardo Aroca.
La Historia secreta de Madrid. Ricardo Aroca. Prólogo de Alberto Ruiz-Gallardón. Espasa.