Wednesday, September 26, 2007

XV JORNADA SOBRE PREVENCIÒN DE DESASTRES NATURALES

PRIMERA INVITACIÓN XV JORNADA SOBRE PREVENCIÓN DE DESASTRES NATURALES
La Sociedad Geográfica de Lima y la Universidad Alas Peruanas, desarrollarán la XV JORNADA SOBRE PREVENCION DE DESASTRES NATURALES 2007, el día lunes 15 de Octubre en el Auditorio del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI) del Jr. Cahuide 785 -Jesús María de 3:00 a 9:00 de la noche. El objetivo general, es colaborar en la reducción de riesgos de pérdida de vidas humanas, y económicas por desastres naturales basados en la difusión de una cultura y conciencia de prevención. A través de la jornada de Prevención de Desastres Naturales 2007, se dará a conocer a los participantes sobre los últimos conocimientos científicos en prevención de desastres naturales que causan, como lo hemos vivido hace poco con el terremoto del 15 de agosto en nuestro país. Las catástrofes provocadas por terremotos, tsunamis, inundaciones y otros fenómenos naturales frenan el desarrollo, destruyendo con frecuencia décadas de inversiones en infraestructura y agudizando las disparidades sociales y económicas. Adoptando un enfoque preventivo, la Sociedad Geográfica de Lima y la Universidad Alas Peruanas se unen en la búsqueda y planteamiento de propuestas que se puedan ofrecer al plan de acción para la gestión de riesgos de desastres, convocando la realización de consultas con expertos en el tema y con sectores involucrados que puedan contribuir a la toma de conciencia en la población sobre la importancia de estar preparados para hacer frente a diversas contingencias. Se invita a toda la Comunidad de la gran Lima, a profesionales, estudiantes y público en general. El ingreso es Libre. PROGRAMA 3:30 Palabras de bienvenida y presentación a cargo de los organizadores Calm. MGP. Raúl Parra Maza Presidente de la Sociedad Geográfica de Lima Dr. César Olano Aguilar Vicerrector Académico Universidad Alas Peruanas 4:00 "PREVISIÓN DE DESASTRES SÍSMICOS" Ing. Alberto Giesecke Matto Centro Regional de Sismología para América del Sur (CERESIS) 4:45 Ing. Julio Kuroiwa Horiuchi Comité Consultivo del Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres Naturales de la UNI 5:30 Café 5:45 Tema "TSUNAMI" Servicio Nacional de Hidrografía y Navegación de la Marina del Perú (HIDRONAV). 6:30 Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) 7:15 MESA REDONDA Participantes 8:45 CLAUSURA DEL EVENTO Y BRINDIS DE HONOR INSCRIPCIONES: Secretaría de la Sociedad Geográfica de Lima Jr. Puno 450 -Lima-Cercado -Telf. 427-3723 anexo 20, 30, 31 Fax -426-9930-31 E-mails: secret@geolima. org;
sgl@geolima. org;
secretaux@geolima. org Página Web:
Se otorgará Certificado de Participación a partir del 22 de Octubre en la Sociedad Geográfica de Lima -costo S/ 10.00

Saturday, September 22, 2007

LIMA: ¿CIUDAD JARDÌN O JARDÌN PROHIBIDO?/ USO Y GESTIÒN DE LOS ESPACIOS PUBLICOS

NOTA DE PRENSA SE VIENE LA SEMANA URBANA
En el marco del Día Internacional de Hábitat, El Programa urbano de Desco presenta Semana Urbana:
Lima: ¿Ciudad Jardín ó Jardín Prohibido? Uso y Gestión de los Espacios Públicos.
Del 2 al 4 de Octubre se llevarán a cabo una serie de eventos descentralizados orientados a la articulación de procesos y productos (debates, reflexiones y estudios) desarrollados por el Programa Urbano durante el presente año. Con el objeto de discutir propuestas de políticas públicas sobre habitabilidad urbana, mejoramientos de barrios y el uso de los espacios públicos. Para ello, se realizarán: · El Seminario de Políticas Públicas: Políticas Municipales de Emergencia para el Sur de Lima Martes 2 de Oct. · El Foro Urbano: “Mejoramiento de Barrios” Gestión de espacios públicos para la ciudadanía Miércoles 03 de Oct. · Programa Radial: Lima Sur en la agenda metropolitana Jueves 04 de Oct. · Presentación de estudios urbano Jueves 04 de Oct. Para el desarrollo de estos eventos Desco cuenta con la participación de la Asociación de Municipalidades del Área Sur de Lima – AMASUR, La Mancomunidad de Distritos del Litoral de Lima Sur y la colaboración de CORDAID, MISEREOR, Universidad de LUND - Programa PROMESHA. Con el ruego de su difusión. Mayores informes: 4932168 - 4932174 www.desco.org.pe / www.urbano.org.pe

Tuesday, August 21, 2007

EL TERREMOTO DE ICA/ ARMANDO ARTEAGA

EL TERREMOTO DE ICA* INTERVENCIÓN DE EMERGENCIA DESPUÉS DE LA CATASTROFE: MEDIDAS PREVENTIVAS PARA AFRONTAR LOS DESASTRES DEL TERREMOTO DE ICA (15 DE AGOSTO/2007- 6.41 P.M.) 

Por Armando Arteaga



Para tener éxito en cualquier “intervención de emergencia” después del terremoto de Ica, se hace necesario tener en consideración la situación actual del área afectada en los aspectos de lo social, lo físico y lo productivo. Para poder aplicar cualquier estrategia de rescate y de superación de la situación actual de la tragedia ocurrida, para tener resultados favorables, para no despilfarrar y gastar bien los pocos recursos que tenemos a mano actualmente. La “intervención de emergencia” debe comprender estos “aspectos fundamentales” que pueden resultar elementales, pero que son soportales seguros: necesarios y suficientes, para ser tomados en cuenta, para una estrategia de “intervención de emergencia”, por supuesto, teniendo en cuenta las propuestas del “diagnostico” obtenido del resultado del “inventario” de los daños levantados en la zona delimitada de la catástrofe: Lima (Lima, Cañete, y Yauyos), Ica (Chincha, Pisco, e Ica), Huancavelica (Huancavelica, Huaytará y Castrovirreyna). -En lo social: Responder a intervenir con eficacia sobre los daños sufridos por la población en apoyo inmediato en salud, alimentación, cubierta temporal y apuntalamiento psicológico, para superar el estado actual y emotivo de las familias, que será vulnerable por un t = 3 meses (en una primera etapa), si no fuera suficiente por las condiciones especiales de pobreza crítica de la zona del terremoto, se debe apuntalar por otro t = 3 meses más (en una segunda etapa final). 


Desarrollar la autoestima de la población teniendo como base la organización vecinal y democrática de las bases sociales por manzana urbana. Poner el máximo el esfuerzo por parte del Estado en los programas sociales de ayuda y apoyo a la población: A trabajar urbano y rural, Juntos, Comedores populares, Rondas de seguridad ciudadana, Asociaciones de damnificados, etc. La empresa privada debe elevar al máximo cuantitativamente su histograma la inversión local en cada una de estas provincias para que el desarrollo no sea desigual, para crear equitativamente puestos de trabajo e incluso desarrollar sistemas de “salarios temporales” para ocupar a la población laboral desempleada y damnificada en “obras” de recuperación inmediata. La reconstrucción de la zona debe costar más de 300 millones de dólares. Son más de 30,000 viviendas destruidas y afectadas (cifra que a mi entender debe crecer cuando se terminen las evaluaciones). -En lo físico: Responder a dar soluciones sobre los daños sufridos por las ciudades afectadas y sus respectivos centros poblados. Hay que recuperar las viviendas y los servicios de infraestructura (redes de los servicios básicos: agua y desagüe, reconstituir las redes de energía y servicios de comunicaciones, y restituir las redes viales), reparar los colegios y locales institucionales: hospitales, edificaciones publicas y privadas, para volver a desarrollar las actividades educativas y culturales. 


Son cerca de 100 millones de dólares para este rubro que se necesitarían. El tema de la normatividad y el uso de los materiales de construcción: ¿ladrillo o adobe?, no solo: es un debate técnico, sino que es parte de la realidad de nuestro “proceso constructivo” impregnado en la historia del nuestro contexto social y cultural, lo que determinará siempre los más genuinos resultados de estos detalles constructivos. Ningún material es solo noble o es innoble, de por sí, depende de los diseños y de los costos. Será la parte más difícil, a tener en cuenta, a la hora de tomar decisiones en las nuevas edificaciones. Depende también del factor económico, geográfico. geológico y cultural. Recomponer el sistema de defensa civil con participación de la ciudadanía afectada, insistir en la eficacia del Gobierno Central, los Gobiernos Regionales y Locales, pero –sobre todo- tener confianza en la organización de los damnificados. Mayor participación del apoyo logístico y técnico de las Universidades: UNI (CISMID), UNA, UNMSM, y otras, ONGs con especialiades en los temas afines al terremoto y al proceso de la reconstrucción. -En lo productivo: Responder a “reactivar” inmediatamente la vida productiva de la zona para evitar que se deprima económicamente, y tengamos otros sucesos sociales indeseables que lamentar. Invertir en los sectores de agro-industria, pesquería, turismo. La economía de la zona representa el 5% de PBI. Nacional, su impacto repercutirá inestablemente en los sectores medios y más bajos. Hay que llevar inversión hacia la zona de la catástrofe, en un t = 5 años. No estamos en un momento de existencia de falta de recursos, hay que fortalecer el espacio económico de la zona y ser generosos con los damnificados. La escasa previsión, la falta de organización y gestión, es parte de nuestras debilidades, de no tener un ejecutivo gerente para la dirección de la reconstrucción podría ser fatal, podemos lamentarnos después. No olvidemos la pésima gestión del CRYRZA en el terremoto del 70 en Huaraz. Tampoco olvidemos la ineptitud actual del sistema de defensa civil y del INDECI. 


Cualquier sociedad o comunidad que se respete tiene que desarrollar automáticamente, pero en democracia, un PLAN DE INTERVENCIÓN EN EMERGENCIA. El estado solo no va a poder superar tremenda catástrofe, por lo que se hace necesario la participación de la sociedad organizada, así como la intención de la empresa privada y la ayuda internacional, tanto en lo referente al criterio técnico como al criterio económico respectivamente, dos parámetros: la técnica y la economía, que deben ir de la mano para volver a tener desarrollo sostenible en la zona: Lima, Ica, Huancavelica. Si no actuamos con prontitud, no vamos a poder evitar el éxodo masivo de las poblaciones pauperizadas por la catástrofe a las zonas periféricas de Lima en busca de trabajo, lo que sería lamentable, Ica estaba desarrollando nuevas alternativas con la agro-exportación hacia un espacio económico aceptable, que incluso recibían en sus bolsones barriales los excedentes emigrantes de Ayacucho y Huancavelica que venían a la costa en busca de trabajo. Todavía no tenemos un “inventario” completo del acontecimiento telúrico. Falta averiguar con exactitud los daños provocados por el trajinar de la placa de Nazca. Necesitamos tener cifras exactas de: -Área total afectada de kilómetros cuadrados. -# de personas a las que el terremoto provocó la muerte, #de heridos, # de damnificados, # de viviendas dañadas, # de servicios colapsados, etc. (El INEI. Debe darnos este dato lo más pronto posible, para cuantificar, y proyectar sobre este “diagnostico”, el posible “prognostico”, para tener una idea más especifica de las propuestas y proyectos que deben realizarse, para volverla a dar vida a esta zona en emergencia. El movimiento de la tierra en la zona afectada por el terremoto a sido muy severo (El Instituto Geofísico del Perú debe darnos también el Informe Final, se habla de la magnitud el 7.5 en la escala de Richter, el registro de la secuela energética, el nivel de los movimientos sísmicos y la sismicidad de la placa de Nazca, para que los ingeniero y técnicos tenga en cuenta estos factores al momento de diseñar nuevas edificaciones, ...etc).

Se necesita hacer una minuciosa evaluación de las edificaciones y las viviendas. Una minuciosa revisión de las construcciones de las edificaciones existentes en Lima, Ica, Huancavelica, para reconocer su grado de deterioro, . Hacer esta prospección especializada en la ciudad de Lima (no hay que ser irresponsables de pasar por alto esta iniciativa, y allí vamos a encontrar el verdadero “diagnostico” de la situación actual, del deplorable estado de construcción de nuestros edificios), La evaluación de las estructuras de concreto deben estimarse en la falta de diseños estructurales para la soportabilidad de los movimientos sísmicos, en Lima, e Ica, las paredes de ladrillos a menudo carecen de columnas de concreto reforzado en las esquinas, y las paredes son muy largas, carecen igualmente de columnas medianeras de concreto armando. Las construcciones en adobes son las que más daños -excesivos y exclusivos- han sufrido. Las casas de adobes no han tenido el collarín superior que hubiese evitado y ayudado a soportar el impacto sísmico, para mitigar este desastre. Los techos, algunos muy pesados, y la mampostería sin refuerzos de concreto en muchos casos se desplomaron. Numerosos parapetos, para el caso de balcones pesados y ventanas, se fueron al suelo. Estas indicaciones hay que tener muy en cuenta para parte de Lima (Centro Histórico, Rímac, Conos, etc...), pero muy en especial para todo Ica y Huancavelica. 

Las viviendas actuales construidas se encuentran en serios peligros. Hay que facilitar rápidamente el recojo de escombros, para evitar nuevos accidentes. Este recojo es manual y con maquinaria, pero debe acelerarse para evitar epidemias y otros incidentes que pueden volver a ocurrir. Muchas viviendas se están desplomando espontáneamente. Ica, Pisco, Chincha, han perdido valiosas construcciones de su patrimonio cultural y arquitectónico. En Pisco antiguo se han desmoronado la “Casa del Libertador San Martín”, la “Casa de Valdelomar”, "La Casa de Raùl Porras Barrenechea", etc., y un sin numero de Iglesias y viviendas, de una resaltante arquitectura domestica y local costeña, de gran importancia e interés constructivo. Urge dar una respuesta inmediata. Debe empezarse la reconstrucción de los grandes centros urbanos y de los centros poblados: distritos, barrios, caseríos, etc.. Los Municipios deben tomar indistintamente la iniciativa nombrando “Juntas Vecinales” por cuadras, con los respectivos catastros realizados por Cofopri o el Ministerio de Vivienda, o levantados espontáneamente “a mano alzada” por universitarios. Todos los peruanos debemos participar en el proceso de reconstrucción, todas las autoridades también, así como la población organizada: en consenso, deben nombrar sus representantes vecinales, para dar una respuesta coherente, una vez que vaya pasando la penuria del miedo y la falta de las necesidades mínimas. Nos levantaremos de los escombros, somos una zona sísmica, a eso estamos acostumbrados, pero hay que tener conciencia de que la demanda de vivienda esta para los 300,000m pobladores, o unas 70,000 familias, que es más o menos: el número de damnificados que nos ha dejado este terremoto de ICA. Reconstruyamos, ICA, de las tres letras: el sol, la uva, la ira, la fuerza loca de la naturaleza. Apoyemos a Huancavelica. Y no hay que olvidarse también del sur de Lima. 

*Informe del ITECA, Instituto de la Tecnología y la Cultura Andina-Amazonía a los Gobiernos Locales de la Zona Afectada por el Terremoto de Ica.
 

Thursday, May 24, 2007

LA REALIDAD SOCIAL Y LA ARQUITECTURA LATINOAMERICANA

LA REALIDAD SOCIAL Y LA ARQUITECTURA LATINOAMERICANA

Por Armando Arteaga
(Ponente de la FAUA-UNI).

El tema de la “Realidad Social y la Arquitectura Latinoamericana” es tan amplio y complejo que perderíamos el tiempo y el esfuerzo de este “I Congreso Latinoamericano de Estudiantes de Arquitectura” (*) si no somos concientes de que la práctica social y profesional del arquitecto en Latinoamérica pasa por las contradicciones políticas, sociales e históricas de nuestro continente. Lo cierto es que Latinoamérica no solo es un concepto histórico, sociológico, antropológico, o político, ni una suma de pueblos, o varios idiomas nativos (incluyendo también el castellano y el portugués), ni una cultura. Es algo más que todo eso. A partir de los años cincuenta es que se ha empezado a manejar con frecuencia el termino “arquitectura latinoamericana”. Así la frase “Oscar Niemeyer es un arquitecto latinoamericano” no aporta nada sino ubicamos el registro y los códigos de la “Plaza los Tres Poderes” en la proyección de la standardización de una arquitectura que se sintetiza en la “unité d´habitation” de Le Corbusier quien declaró alguna vez sin titubeos: “para los hombres en serie, hay que crear viviendas en serie”.


Los estudiantes de Paris, Mayo del 68, querìan cambiar el mundo y tambièn la arquitectura.

Las masas y la modernidad no solo arruinaron el discreto encanto que poseía el arquitecto latinoamericano por entonces; lo condenaron a naufragar en diversidades. Hablo de masas –en capital humano y material constructivo- y de la modernidad como mito desarrollista. La relación “Arquitectura y Latinoamérica” es confusa y han contribuido a esa confusión los siguientes libros: “Arquitectura Latinoamericana” de Francisco Bullrich, “Diez Años de Arquitectura en Cuba Revolucionaria” de Roberto Segre (1), “Ciudades precolombinas” de Jorge H. Hardoy, e “Imperialismo y Urbanización en América Latina” de Manuel Castells, entre otros. Existen otros libros, pero estos son los casos más destacados. El aporte de estos cuatro autores es significativo, y también va a medias, pues, en el recorrido que uno realiza por el aprendizaje de la profesión, uno termina por creer que el debate sobre “Realidad Social y Arquitectura Latinoamericana” fue casi inexistente y más bien correspondió a vanguardias y elites (2).

No hubo, en serio, un debate académico –dentro de los talleres de diseño y aulas de las facultades de arquitectura de Latinoamérica- sobre “Realidad Social” y menos sobre “Arquitectura Latinoamericana”. El cuadrivio de estas tesis nuevas sobre “arquitectura latinoamericana” se han desarrollado autónomamente y marginalmente entre estudiantes y profesores, y por supuesto, y en algunos pocos talleres “sociales” de diseño (3).

El caso de “Arquitectura, urbanismo y dependencia neo-colonial” de Emilio Pradilla y Carlos Jiménez fue un extremo de tensión, un signo indicador de cierta dirección “izquierdista” de los estudiantes y profesores progresistas colombianos para encarar la crisis que agobiaba nuestras facultades de arquitectura por la situación difícil de la coyuntura latinoamericana del setenta, coyuntura que oscilaba entre dictaduras y “frágiles” democracias, este ha sido el péndulo que definió el tiempo de este movimiento “cultural” y el estar “existencial” en un espacio de grandes contradicciones, una acción por reivindicar desde un sector de la izquierda: el derecho de opinar diferente y libremente, buscando una voz propia: la nueva generación de arquitectos, muchos de ellos desilusionados de “funcionalismos” asfixiantes.

Decimos que nadie discute en aulas y talleres, ni “realidad nacional”, ni “producción social del espacio”, y menos “planificación socialista” o “arquitectura rural”, sin embargo “el tiempo que escondido en nuestras ciudades latinoamericanas nos observa” es todo un desafío, y en el trabajo del espacio, al que tenemos que responder como profesionales o técnicos, es terrestremente –hablando- un espacio de muerte, de abolición de hombres y de proyectos sociales “utópicos” (asunto del que nunca hemos renunciado). Las venas abiertas de América –para citar a Galeano- desangran todos los días.


El "Mensaje a los estudiantes de arquitectura" de Ernesto "Chè" Guevara motivò tambièn todo un estilo de mirar la arquitectura y el mundo.

La verdad es que Latinoamérica es un continente de contradicciones, los caminos son inexplorables todavía; y los arquitectos no estamos preparados para mayores tareas comunes, y pareciera que no nos gustan las contradicciones, los caminos difíciles y originales. La arquitectura, muy a pesar nuestro, es la exteriorización de nuestra vida social, nunca dejará de ser una técnica, el environmental desig. La verdad es que los enormes contrastes pesan y las frustraciones constantes de las que no escapa para nada la arquitectura en Latinoamérica son tan evidentes que muchos prefieren la evasión total, y con ello, simplemente, la ausencia de una alternativa revolucionaria para la arquitectura. En el libro de Bullrich –que es un vademécum arrogante de cierto subdesarrollo y dependencia frente a la arquitectura europea y norteamericana del presente siglo- se ha optado por presentar a un conjunto de arquitectos y sus proyectos como estructuras individualizadas. Bullrich decía que la colección era un testimonio de un movimiento.

Hoy podemos decir sin temor a equivocarnos, ni caer en extremos, que es un testimonio de una inercia, fue un récipe, y para seguir con la inercia del ritmo, un recipiendario. Los contraste son aún más significativos en las tesis “sociologistas” de Manuel Castells que fueron necesarias y suficientes, diversificadoras y que “in illo témpore” traían la “nueva ola” de París y que los estudiantes becarios se adhirieron, y creían de veras en “La revolución urbana” que animaban desde la revista “Espacio”: Henri Lefebvre, Fernando H. Cardoso y Aníbal Quijano. El aporte de Castells está en que supo presentar la nueva constitución del espacio latinoamericano después de la segunda guerra mundial bajo los efectos de las nuevas formas de dominación económica imperialista. Los teóricos de la urbanización dependiente ayudaron a disimular las asperezas entre “académicos” y “expertos” de la nueva situación social. Castells fue lapidario cuando sentenció con su hoy lejano “cliché” de izquierda: “La transformación del espacio latinoamericano no es, pues, una marcha hacía la modernización, sino la expresión específica de las contradicciones sociales producidas por las formas y los ritmos de la dominación imperialista”.

Ahora sabemos que el aporte de Castells está en su “metodología de investigación social” para problemas urbanos, y su desvanecimiento en su práctica conciliatoria con los centros de poder, habló en teoría de las masas y las ciudades, pero la realidad le dio la espalda. Desde una posición “historicista”, Jorge E. Hardoy trasladó las novedades y diría también las bondades de la “escuela francesa” y de la mano de Fernand Baudel vinieron allende las fronteras de las ciencias sociales a darle instrumentos a los nuevos arquitectos: muy ocupados en sus problemas urbanos y en barrios marginales, pocos receptivos a la cuestión rural. Los arqueólogos fueron más acogedores con Hardoy. Debería volvérsele a leer con mayor interés, prudente detenimiento y desde otra perspectiva. Roberto Segre ha sido en este encuentro de los arquitectos y los estudiantes latinoamericanos con la Revolución Cubana un puente más bien incomodo con nuestras facultades abstraídas en vínculos más encontrados con la arquitectura norteamericana actual después de los 50 y la arquitectura de Niemeyer, con el urbanismo de Lucio Costa, con recursos de cierta técnica y queriendo hacer cierta arquitectura futurista -que declinaba en la forma y la función- y que debía enfrentarse a las demandas planteadas por las poblaciones y sus necesidades. No se valoró el uso del “pre-fabricado” cubano. Segre no tradujo a cabalidad este aporte (recordemos que Segre es un arquitecto argentino trabajando en Cuba), y Cuba daba una respuesta política e inmediata a su problema de vivienda y equipamiento urbano.


La revista "Tramma" de los 70.

Unos piensan,  que fue un destino mediocre, otros,  que son una alternativa nueva:  esa avilantez que nos esperaba, cuando alguien se preguntaba: cómo podría ser esa transformación del diseño actual. Los “academicistas” perdidos en sus comprensibles inquietudes del tablero respondían aprendiendo de Kenzo Tange y el vertiginoso crecimiento industrial del Japón (EXPO 70), y se perdían melancólicamente volviendo la mirada con nostalgia hacia el “milagro” brasileño. Como sabemos, hoy Brasil, como todos los países latinoamericanos, tampoco puede pagar su deuda externa, y se debaten en penurias. No todo a sido una catástrofe para la “arquitectura latinoamericana”. No olvidemos que André Malraux bautizó a Brasilia como la capital de la esperanza. Hoy Brasilia no es ni el paraíso terrestre querido por algunos, ni aquella capital de la desesperanza anunciada por otros.

Mi objeción al debate sobre “arquitectura latinoamericana” no es únicamente desde la propuesta de la respuesta que han dado a sus necesidades de arquitectura de las masas latinoamericanas en el proceso histórico que vivimos, sabemos que la mayor parte de las edificaciones realizadas no son proyectadas por arquitectos, sino por el usuario de esta “arquitectura espontánea” desarrollada en la “marginalidad” (de los años70), e “informalidad” (de los años 80). Si miramos hacia atrás, no para quedarnos como Lot, ese gesto de admiración de Humboldt al meditar sobre las instalaciones de arquitectura precolombina es significativo, cuando exclamó: “esta arquitectura parece haber sido realizada por un solo arquitecto”. La arquitectura precolombina bien sabemos fue una arquitectura de masas –no solo piedra, arcilla, caña- espontáneas,  y de una planificación social: expresión de una respuesta ante la necesidad.

La “arquitectura latinoamericana” aún parece que sigue siendo realizada por un solo arquitecto, aunque ahora en las últimas etapas (en el encuentro con el mundo europeo) el resultado parece negativo, improvisado, falto de planificación. No hablemos de un futuro después del “2001. Odisea del Espacio”, hablemos de un presente perpetuo, de ayer, de siempre, de una arquitectura autentica y andina, de un sistema organizado y social. Mi objeción, es pues, política. Eso que nadie quiere discutir. Latinoamérica está condenada a la búsqueda de sus orígenes. O, lo que es lo mismo: a lo imaginario, desde la crítica y la acción. El nuevo arquitecto no puede ser insensible a la búsqueda de un consenso entre lo tecnológico y lo espacial, entre los recursos materiales y la población organizada, entre la proyectación profesional y el usuario, dentro de los márgenes de nuestra cultura autentica. Para terminar, se trata de estar en el tiempo de la transformación social, en el diseño de espacios que sean para todos, pero en el libre camino de nuestro americanismo: la búsqueda de nuevas alternativas.

Más debate, más comunicación, entre nuestros pueblos y nosotros. Tenemos que inventar muchas propuestas nuevas para llegar a un solo proyecto real y político.  Para empezar, sudamericanos : ir hacía una arquitectura andina y social, rural y urbana, con respeto por ambas vertientes.  Hacer de esta residencia en la tierra: no la tierra de los condenados, sino la tierra de la libertad, la tierra de un espacio mejor habitable y en la dimensión humana,  y si se quiere utópica, al servicio del hombre común y olvidado de nuestros pueblos, una arquitectura que nos vuelva a integrar. Ir hacia una arquitectura andina, es buscar una nueva alternativa, un nuevo horizonte, un diseño más exacto.


Original de Ponencia presentada al I Congreso Latinoamericano de Estudiantes de Arquitectura en Arequipa.
 
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Estas notas en pie de página han sido puestas varios años después de la presentación de esta ponencia para una mejor comprensión del fenómeno social y estudiantil al que hacemos referencia:
 
(1) El entusiasmo que suscitó el “Mensaje a los estudiantes de arquitectura” de Ernesto “Che” Guevara ya estaba pasando de moda dentro del movimiento estudiantil, la ola de Mayo del 68 vino con otras novedades para las propuestas de la nueva izquierda en la FAUA-UNI.. Y fueron estas nuevas actitudes que fortalecieron un impulso novedoso y crítico como es el “caso colombiano” con “Arquitectura, urbanismo y dependencia neo-colonial” de Emilio Padilla y Carlos Jiménez.
 
(2) En la década del 70, editamos Wiley Ludeña, Hugo Salazar del Alcazar, Mauro Llerena y Armando Arteaga, entre otros entusiastas estudiantes “progres” y de izquierda, la famosa y solitaria revista “Tramma” (dos números editados, 1978) que alborotó los pasadizos, los talleres y las aulas de la UNI. y la Ricardo Palma, con tesis y posiciones “radicales” y de vanguardia para ese momento. Carlos Acevedo y Luis Rodríguez Cobos (casi un franco tirador) publicaron también en “Tramma”. Más tarde, Zack Ruiz de Somocurcio tomaría la posta algo radical dentro de una normatividad más “castellsiana” con sus imprescindibles separatas “Documentos de Arquitectura y Urbanismo”. Vuelta a la otra margen, desde la perspectiva docente, se publicó los “Cuadernos de Arquitectura y Sociedad” que animaba Raúl Quiñónez Aranda. Otros sinceros “francotiradores” docentes de este álgido proceso “contestatario” de izquierda que querían un cambio de actitud ante la arquitectura y la realidad nuestra fueron: Jorge Burga, Eliseo Guzmán, Jorge Ruiz de Somocurcio, Esturado “Talo” Núñez, Miguel y Marta Llona. Con sus respectivas particularidades, que cada uno de ellos asumía. No hubo más movimiento vanguardista por parte de los estudiantes, y menos del lado de los docentes, en verdad, la realidad cambió adversamente en el país. Para después, la moda regresó de rebote desde Inglaterra, Francia y España.
 
 El libro de Martuccelli capta parte de este periodo izquierdista de los estudiantes de arquitectura.

3) Elio Martuccelli en su libro “Arquitectura para una ciudad fragmentada” (Centro de Investigaciones de la Universidad Ricardo Palma, Octubre, 2000) ha logrado captar parte de este impulso del periodo “izquierdista” de un sector pensante de los estudiantes y profesores de aquella década del setenta, prodigiosa en ideas y en actitudes.


 
(*) IV ENCUENTRO Y I CONGRESO LATINOAMERICANO DE ESTUDIANTES DE ARQUITECTURA.
Formación Social Latinoamericana y La Arquitectura. Realidad social latinoamericana y su influencia en la arquitectura.

Universidad San Agustín de Arequipa.
Universidad Nacional de Ingeniería. Lima-Perú, Marzo de 1987.

CRÍTICA A LA "CRÍTICA ARQUITECTÓNICA" / ARMANDO ARTEAGA

  De mi libro "La modernidad en la arquitectura", va un capitulo acerca de "Crítica a la "crítica arquitectónica"....