Thursday, July 01, 2021

EL PATRIMONIO ARQUITECTONICO MONUMENTAL DE PIURA

 

EL PATRIMONIO ARQUITECTONICO MONUMENTAL DE PIURA

Armando Arteaga

 La preservación de los valores históricos y culturales, específicamente la conservación de los bienes monumentales,  son la base necesaria para el patrimonio local. Para el caso de Piura es necesario definir algunas pautas.  Piura es una ciudad original y cosmopolita.  Desde sus inicios ha sido una ciudad abierta.  En la época colonial se vivió una sociedad patricia e interesante como lo fue Trujillo, Arequipa y Lima.

Tuvo ciertas limitaciones para que allí se desarrollara la esplendorosidad virreinal porque fue una ciudad de “punto de apoyo”, los españoles estaban más interesados en buscar oro, en dominar el sur, que en consolidar el asentamiento.  Piura fue un corregimiento abundante en “Encomiendas y Reparticiones” de una renta que se sustentaba en el bagaje agrónomo, así lo especifica el “Informe Económico de Piura-1802”  de Joaquín de Helguero, que es un catálogo de esa geografía política y administrativa desarrollada por el estado colonial español. La base de esta economía se da en la labor pecuaria y en la agricultura que impulsaban criollos e indios.

Fue a partir del último tercio del siglo XIX, y en las primeras décadas del siglo  XX, el cultivo del algodón (el “oro blanco”) con actividad manufacturera, el comercio con Guayaquil y Quito, el empuje de Las Tinas (“Empresas Coloniales”) que van abriendo un escenario diferente y  de auge para Piura.  En este   proceso económico va a aumentar la expansión urbana de Piura, va a cambiar la vida urbana, y va a prosperar. Antes Piura solo fue una aldea, como la describe Francisco Vegas Seminario: “El sol se hundía lentamente por el cerro “El Ahorcado”, espaciando en su agonía una coloración rojiza sobre las arenas de la pampa. En el fondo se veía ya Piura, ardiendo en las posteras luces del crepúsculo. En el abigarrado caserío sobresalían las torres de la Iglesia Matriz, El Carmen, La Merced, Belén, San Sebastián, y Santa Lucía. Aislada en la llanura y entre médanos movedizos, ergíase, a un kilómetro de la ciudad, la “Torrecita de Paita”, sirviendo de guía a los  viajeros”.

Hay otra forma de vida mucho más rural que se expresa al frente en El Tacalá, cruzando el rio, en el “barrio de indios” que también describe Vegas Seminario, el aspecto bucólico y elemental de su convivencia: “Se aunó a este recuerdo auditivo el estrépito lejano de los camaretazos que, casi a diario, hacían estallar los indios en el barrio El Tacalá, frente a una capillita enyesada donde adoraban a los santos e su devoción”. En los planos de Piura que realizaron Martínez de Compañón y el Mayor Zavala aparecen Las Tinas y otros componentes del crecimiento urbano de la ciudad.  En los planos anteriores de Diego Méndez (1574) y en el de Maldonado (1750), Piura es apenas una contradicción topográfica, un punto ubicado en el contexto geográfico.  No aparecen todavía los matices del vecindario.

La  monumentalidad de la arquitectura que Piura ofrece para el estudio posterior nos permite entender varios contrastes y dilemas. Es una arquitectura de origen virreinal, diferente al de otras ciudades peruanas, pero de cuyo inventario tomaron modelos y estilos. Una arquitectura local que tomó del adobe y la “quincha piurana” los elementos básicos de su lenguaje. Una arquitectura domestica que es el primer ejemplo de nuestro mestizaje artístico, y que hasta el momento se ha mantenido inédito. No se halla en Piura con hegemonía, salvo algunas excepciones, la opulencia civil y religiosa de los monumentos de Trujillo, o de su vecina Lambayeque.

La arquitectura de las “casonas” de Piura (de esas que tomó como referencia Don Enrique López Albújar,  para su libro “De mi casona”) mantiene diferencias.  Se  construyeron un poco al gusto del cliente, tienen un ambiente respetable y tradicional. Existen una serie de “casonas” de planta virreinal con un proceso de “evolución” y reacomodo de comienzos de la República, sin ornamentación ni grandilocuencia como presentan otras ciudades peruanas de origen español.  Pero  en estos elementos representativos de esta arquitectura local, encontramos lo esencialmente “piurano” de estos monumentos. Una arquitectura adecuada al medio y a las costumbres promedio de sus habitantes, que bien han descrito sus historiadores y narradores.

Las antiguas “casonas” piuranas tienen como características inmediatamente perceptibles la anchura de sus  frontis, la amplitud en la distribución de sus áreas habitables y de esparcimiento, la comodidad ordenada y reposada, resultado de un modo de vida holgado, de adecuación, y defensa contra el insensible clima caluroso, por eso usan ventanas largas y balcones discontinuos en los segundos pisos para exponer jardineras.

El terremoto de 1912 fue muy destructivo para Piura, allí se han perdido muchos ejemplares tipos de estas edificaciones, las lluvias torrenciales resultado del Fenómeno del Niño, han realizado también su pate destructiva, quizás las más fastuosas y decoradas, han decaído en el olvido, pues las casonas que quedan como la “Casa Temple” y la “Casa Eguiguren”  con algunas ventanas de rejas art nouveau. La casa del Marqués de Salinas,  destaca también por detalles de su fachada. Las que han resistido a las ruinas de la intemperie, la mano del hombre,  y la fuerza destructiva de la naturaleza,  merecen especial atención  por los especialistas.  Son  páginas del libro de la ciudad imposibles de olvidar.



Thursday, March 11, 2021

 PERUVIAN HÁBITAT

Las utopias urbanas de los 70



Proyecto Experimental de Vivienda PREVI, Remodelación de Viviendas en El Porvenir, y  La Ciudad Autogestionaria de Villa El Salvador.

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https://youtu.be/5TwDW_WXdUo


Sunday, May 31, 2020

HUARAZ: UNA CIUDAD ROTA


50 AÑOS DESPUÉS 


HUARAZ: UNA CIUDAD ROTA

Domingo 31 de Mayo del 2020

Programa de la Municipalidad Provincial de Huaraz

50 AÑOS DESPUÉS DEL SISMO DEL 31 DE MAYO DE 1970.

3: 50 p.m.
Huaraz después del sismo de 1970:
Una ciudad rota. Armando Arteaga.


Ver vídeo:
04:02:04

Sunday, June 30, 2019



Iglesia San Pedro de Caraybamba


IGLESIA SAN PEDRO DE CARAYBAMBA
Aymaraes. Apurimac.

El edificio está ubicado en la Plaza de Armas de Caraybamba, Aymaraes, en la intersección de las calles Amargura y Cáceres.  Tiene planta románica,  puerta de ingreso que da a la Plaza donde se encuentra el atrium, formando por un nartex y coro lateral. Nave central con púlpito,  aisle y bema,  a nivel de 1 mt. Se halla la sacristía y el camerin, al fondo se encuentra el altar mueble. Fábrica del edifico de adobes y tapias, necesita intervención y restauración.

(Ripunay 'Kassapi/ Piedra Signo)
Inventario Arqueológico y Arquitectónico de Apurimac. Armando Arteaga. 2002.




Tuesday, May 29, 2018

RIPUNAY KASSAPI (PIEDRA SIGNO)


RIPUNAY ´KASSAPI

(PIEDRA SIGNO)


INVENTARIO ARQUEOLÓGICO  Y ARQUITECTÓNICO
DE
APURÍMAC











Sunday, January 07, 2018

JUAN ACHA Y EL ARTE LATINOAMERICANO

Diario El Tiempo, Piura. Suplemento La Semana. Domingo 07 de Enero del 2018.

JUAN ACHA Y EL ARTE LATINOAMERICANO

Por Armando Arteaga


Juan Acha era aún en los comienzos de los años setenta un crítico imprescindible que había que leer con especial atención. Sus críticas de arte desde las páginas de El Comercio y sus asesorías o curadurías en las galerías limeñas de arte despertaban un enorme interés, lo mismo que, esa nueva actitud critica, fomentaba un impacto cultural entre los artistas plásticos de la época. 


Es cierto, desde una impecable “torre de marfil” que se orientaba a manifestar cierto modelo de cambio en la crítica, para una respectiva elite “intelectual”, desde una distancia vanguardista e iconoclasta. Se le recuerda a Juan Acha, casi siempre, por sus contundentes razones estéticas en una extensa polémica en Lima sobre la obra pictórica de Sérvulo Gutiérrez, con el escritor Juan Ríos (también de ancestros piuranos). 

Tuve la suerte de escuchar muchas de sus conferencias y seguir algunas de sus actividades que motivaban “el arte en debate”, tratar de entender sus teorías acerca de la historiografía del arte, interés cultural que agitaba el mundo universitario; hasta que el año de 1971, se fue a vivir definitivamente a México, donde además brilló por su inteligencia y su vasto conocimiento en arte, diseño, arquitectura, e historia y sociología del arte. 

Fue, sin lugar a dudas, un crítico de arte apasionado, de gran rigor en sus conocimientos, de expositivo discurso académico, en contraposición con los métodos tradicionales, con una apertura hacia la “modernidad” y el desarrollo de la “tecnología” aplicada tanto en la enseñanza como en la “fabrica” de la composición misma del objeto artístico, y la búsqueda de un publico de mayor conocimiento de lo visual, y hacia una democratización del consumo de las obras de arte. 

Juan Wilfredo Acha Valdivieso, tal vez fue, el mas destacado intelectual y el critico de arte que se ha ocupado de estos menesteres de la “teoría del arte” y su “productividad” en América Latina, que solo tenia un equivalente con Marta Traba (con quien frecuentemente polemizaba) y Mirko Lauer (en los estudios especializados de artesanía y pintura), o para graficar nuestra comparación en la literatura con Emir Rodríguez Monegal o un critico como Ángel Rama. En el año 71, en realidad se vio forzado a irse a vivir a México, por motivos políticos y de convivencia humana que por ahora no vale la pena recordar. 

Juan Acha nació en Sullana (Piura), en 1916, y falleció en México, en 1995. Estudió Ingeniería Química en Alemania. De su recorrido por Piura cuentan que estudió en el Colegio Salesiano y en el Colegio Nacional San Miguel de Piura. En al año 33, tenía como profesor al ciudadano alemán Her Eberhard quien convenció a un grupo de estudiantes para que viajaran a estudiar sus respectivas carretas profesionales a Alemania. 

Viajaron con él, entre otros estudiantes, a Múnich, acompañando la delegación estudiantil, el joven poeta vanguardista Joaquín Ramos, de quien hace una interesante semblanza de su vida aniquilada por el trago amargo del alcohol, Mario Vargas Llosa, porque también lo conoció, en su respectivo libro de memorias “El pez en el agua”. 

Acha ha publicado libros tan destacados para la teoría y la historiografía del arte latinoamericano, tales como: “Introducción a la teoría de los diseños” (1988); “Hacia una teoría americana del arte” (1991); “Introducción a la creatividad artística” (1992); “Expresión y apreciación artística” (1993); y “Las culturas estéticas de América Latina” (1993). Uno puede explicarse, con la lectura y reflexión de estos textos: la conjunción y la disyunción con la experiencia consagrada del reposado prestigio de algunos pintores vanguardistas latinoamericanos como el chileno Roberto Matta, el cubano Wilfredo Lam, y el esplendor de la figura retratista en el colombiano Fernando Botero, cuestionando el aspecto mercantil en el arte y una falta de ruptura con las tendencias europeas. 

La misma acción “trunca” de los mexicanos David Siqueiros, Diego Rivera, Frida Khalo y Rufino Tamayo, con quienes friccionaba por el “fracaso” del muralismo para abrirle las puertas al constructivismo, a la influencia prospera del puntillismo abstracto de J. Pollock desde New York, o al auge del pop art en la generación del 50 en la pintura peruana, hasta el atractivo geometrismo de las escuelas y facultades de arquitectura y artes visuales mexicanas que apuntaban a valorar a un Vicente Rojo versus un José Luis Cuevas, en México mismo, por ejemplo. 

Creo que habría que investigar, un poco, porque me atrevo a predecir que sí hubo una relación más o menos puntual con algunos pintores de la pintura piurana; creo que habría que hurgar en las obras de algunos pintores piuranos cuyas trabajos y proyectos pudieron zafarse del “tradicionalismo” para entrar en el enfoque de lo semiótico, y los aportes del estructuralismo, el sociologismo, la abstracción de las categorías estéticas, con otras interrogantes contra una practica anacrónica de los conceptos esenciales de una “modernidad” para el arte, el apuntalamiento de las artes tecnológicas industriales, de lo popular, y el fenómeno científico aplicado a la norma artística.


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DE LAS CASONAS PIURANAS

  En el actual Centro Histórico de Piura que lo conforman el circuito de la Av. Loreto, la Av. Bolognesi, el Malecón Eguiguren, y la Av. San...